Instituto de Estudios de las Finanzas Públicas Americanas

Las razones de una crisis que se globaliza


Varias monedas se han devaluado, como la argentina, en parte por cuestiones internas, pero también arrastradas por un fenómeno global

 

Por Marcelo Cantelmi, Clarín, 29 de mayo de 2018

Una tormenta perfecta se produce cuando se armonizan factores que no deberían estar en el mismo espacio porque se potencian y no precisamente para bien. Hoy ese escenario es el que comienza a pintarse en el mundo de modo tan agudo que analistas recomendables como George Soros no descartan que estemos “en camino a otra gran crisis financiera” global.

Desde enero, el peso argentino ha sido el que más se ha devaluado en el mundo emergente, con cerca de un 20 por ciento. Pero, al margen de sus características domésticas, no es un fenómeno aislado. Le siguieron en hilera, la lira turca que cayó casi lo mismo frente al dólar. Y al igual que aquí, el gobierno apremiado por elecciones inminentes, también apeló a aumentar las tasas.

En la lista continúa el rublo, con una devaluación superior al 10% forzada por las sanciones globales, y luego el real brasileño 15,6% desde enero, que se desplomó frente al billete norteamericano. Cada aldea es un infierno, pero si observamos la foto completa, parte de las razones para esta crisis que comienza a encadenarse es el aumento de la tasa de los bonos norteamericanos a diez años que superó el límite más que psicológico de 3 por ciento. Eso produce una carrera por calidad, es decir de mercados inestables a otros estables. EE.UU. muestra fuerte salud financiera, quizá momentánea como afirman los más duros críticos de Donald Trump, porque esos números de pleno empleo y crecimiento se sostienen en una espectacular reducción de impuestos y otra no menos espectacular subida del gasto público, incluido el de defensa. Son dos registros incompatibles: más gastos con menos ingresos, pero se verá en breve como se acomodan.

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